miércoles, 5 de diciembre de 2012

Los Calvinistas (S XVI)




El calvinismo (a veces llamado tradición Reformada, la fe Reformada o teología Reformada) es un sistema teológico protestante y un enfoque de la vida cristiana que pone el énfasis en la autoridad de Dios sobre todas las cosas. Esta vertiente del Cristianismo Protestante fue desarrollada por el reformador religioso francés del siglo XVI Juan Calvino.

Debido a la gran influencia y al papel de Juan Calvino en los debates confesionales y eclesiásticos del siglo XVII, la tradición llegó a conocerse con el nombre de calvinismo. Hoy en día, el término designa también las doctrinas y prácticas de las iglesias Reformadas.


Juan Calvino influyó notablemente en el desarrollo de las doctrinas de la Reforma Protestante. A los 25 años, en 1534, empezó la primera edición de su obra Institución de la Religión Cristiana, que se publicó en 1536. Esta obra, que fue revisada en diversas ocasiones durante su vida, además de la numerosa colección de cartas pastorales y comentarios bíblicos, constituyen la fuente de la repercusión que ha tenido sobre todas las denominaciones del Protestantismo a lo largo de su historia.

El crecimiento de las Iglesias Reformadas y calvinistas pertenece a la segunda fase de la Reforma Protestante. Tras la excomunión de Martín Lutero por la Iglesia Católica Romana, Calvino se refugió en Ginebra. Había firmado la confesión de Augsburgo en 1540, pero su repercusión fue más notable en la Reforma Suiza, la cual no era luterana, sino que se basaba en las enseñanzas de Ulrico Zuinglio. La enseñanza y la doctrina protestantes estaban evolucionando de manera independiente a Martín Lutero, bajo la influencia de muchos escritores y reformadores, entre los que destacaba Calvino.

En el siglo XVI, el calvinismo se extendió por los Países Bajos y algunas regiones limítrofes de Alemania, por Francia, Inglaterra, Hungría, Lituania y Polonia. La emigración a norteamérica llevó el calvinismo al Atlántico Medio de Estados Unidos y a Nueva Inglaterra, donde la mayor parte de lo colonos fueron calvinistas. Incluían a los puritanos ingleses, los hugonotes franceses, los colonos holandeses de la Nueva Ámsterdam, y a los escoceses presbiterianos de los Montes Apalaches. Los colonos neerlandeses calvinistas fueron los primeros europeos que colonizaron África del Sur. Fueron conocidos posteriormente como bóeres o afrikáneres.

Numerosos teólogos no necesariamente relacionados con las Iglesias Reformadas han contribuido a desarrollar la cosmovisión calvinista como se le conoce hoy en día. Entre ellos se cuentan el teólogo danés Francisco Gomarus; John Knox, el fundador de la iglesia presbiteriana; John Bunyan un predicador bautista, autor del best seller cristiano El Progreso del Peregrino, y el teólogo norteamericano Jonathan Edwards, uno de los principales protagonistas durante el resurgimiento espiritual denominado Primer Gran Avivamiento en los Estados Unidos a mediados del siglo XVIII.


La gracia soberana

El calvinismo enfatiza en la depravación de la naturaleza moral humana hacia la necesidad de la gracia soberana de Dios en la salvación. La Biblia (Romanos 3:10-12) enseña que las personas son completamente incapaces de seguir a Dios o escapar de la condenación delante de él y que solamente por intervención divina drástica, en la cual Dios, cambiando la naturaleza misma del creyente (nuevo nacimiento), quitando el corazón de piedra y poniendo uno de carne, pueden las personas ser convertidas de rebelión a obediencia voluntaria.

Desde este punto de vista, todas las personas dependen enteramente de la misericordia de Dios, a quien le sería justo el condenarlos a todos por sus pecados, mas ha escogido ser misericordioso con muchos para dar gloria a su propio nombre. Una persona es salvada mientras que otra es condenada, no por causa de la voluntad, fe o alguna otra virtud en la persona, sino por causa de la elección soberana de Dios para tener misericordia de él. Aunque la persona debe actuar para creer y ser salvo, esta obediencia de fe es el regalo de Dios según el calvinismo, y por esto Dios completa la salvación de pecadores.


"La vida es religión"

El sistema teológico y las teorías prácticas de la iglesia, familia y vida política, todas (ambiguamente) llamadas "calvinismo," son el crecimiento de una conciencia religiosa fundamental que está centrada en la soberanía de Dios. En principio, la doctrina de Dios tiene un lugar preeminente en cada categoría teológica, incluyendo el entendimiento calvinista de cómo una persona debe vivir. El calvinismo presupone que la bondad y el poder de Dios tienen un libre e ilimitado alcance de actividad, y eso trabaja como una convicción de que Dios está obrando en todos los aspectos de existencia, incluyendo los aspectos espirituales, físicos e intelectuales, ya sea secular o sagrado, público o privado, en la tierra o en el cielo.

Según este punto de vista, el plan de Dios se trabaja en cada evento. Dios es visto como el creador, preservador y gobernador de todo. Esto produce una actitud de dependencia absoluta de Dios, la cual no se identifica solamente con actos temporales de piedad (por ejemplo, la oración); sino que es un amplio patrón de vida que, en principio, se aplica tanto a cada obra trivial como a tomar la comunión. Para el cristiano calvinista, toda la vida es religión cristiana. Al calvinismo también se le atribuye una doctrina basada en la radicalización del luteranismo, impuesto en el siglo XVI.


Los cinco puntos del calvinismo

La teología calvinista es identificada en la mente popular como los "cinco puntos del calvinismo," que son un resumen de los juicios (o cánones) presentados por el Sínodo de Dort y que fueron publicados como una respuesta detallada (punto por punto) a los cinco puntos de la Protesta Arminiana. Calvino mismo nunca usó tal modelo, y nunca combatió el Arminianismo directamente. Estos puntos, pues, funcionan como un resumen de las diferencias entre el Calvinismo y el Arminianismo, pero no como una suma completa de los escritos de Calvino o de la teología de las iglesias reformadas en general. La aserción central de estos cánones es que Dios es capaz de salvar a cada persona por quien él tenga misericordia y que sus esfuerzos no son frustrados por la injusticia o la inhabilidad del hombre.

Los cinco puntos del calvinismo son:
Depravación total
Expiación limitada
Gracia irresistible
Perseverancia de los santos
Elección incondicional






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